Aprendemos Emprendiendo: Reflexiones

Aprendemos Emprendiendo: Reflexiones

Si tú ofreces lo mismo que ofrece todo el mundo (sea un producto o servicio), si hablas de la misma manera, tienes las mismas habilidades o tienes los mismos discursos aprendidos, no te vas a poder hacer cargo de lo que viene cambiando en el mundo.

Solo te vas a poder hacer cargo de lo que ya todo el mundo está ofreciendo, interviniendo o haciendo al respecto.

Necesitamos una lectura más grande de mundo. Necesitamos una lectura y una capacidad para escuchar qué le falta al mundo.

¿Qué piden (desean) las personas?

¿Qué piden (anhelan) las organizaciones hoy?

Y sobre todo, ¿cuál es el futuro que se viene?

¿Qué piden (anhelan) las organizaciones hoy?

*Cuando somos capaces de reconocer cuál es el futuro que se viene, podemos hacer un tipo de ofrecimiento (de producto o servicio) que nos lleve a crear un poder personal. Y entonces profesional mucho más elevado. Y que tenga el sentido de que cada acción, de que cada propuesta, cada promesa, cada experiencia nos lleve a generar valor para los demás si no además a sentirnos mucho más completos con nuestra capacidad para servir y para desarrollar posibilidades para otros.

A veces se nos va el día haciendo lo que podríamos delegar o subcontratar en vez de hacer lo indelegable, lo que verdaderamente debería ser nuestro trabajo.

Una de las cosas más difíciles cuando te toca crecer un negocio es tener la disciplina de no dejar de hacer lo que te toca, aquello que nadie hará mejor que tú, por hacer lo que otros podrían hacer.

Me ha costado aprender que, si lo puede hacer otro, debo dejar que lo haga otro y yo enfocarme en lo mío.

Silvia Diez (239) 398-2835

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